Senador Alejandro Corrales
Nací en Belén de Umbría, soy caficultor y tengo 42 años, soy ingeniero agrónomo de la Universidad de Caldas y disfruto mis días de descanso en familia, cogiendo café, contemplando el hermoso valle de Risaralda, jugando cartas y con un almuerzo que usualmente lo conforma un delicioso asado o un sancocho bien montañero.
Trabajé en el servicio de extensión de la Federación Nacional de Cafeteros, fui representante gremial del departamento, de los comités municipal, departamental y nacional, sobre la crisis cafetera me afana que no tenemos empalme, ni relevo generacional, porque por un lado los jóvenes no ven que se puedan jubilar en el campo y en segundo lugar no tienen una actividad rentable. Hay que estimular y no regalar.
Decidí incursionar en la política porque considero que el sector caficultor es uno de los más importantes, pero poco tenido en cuenta; soy un convencido que el Congreso es una oportunidad para que líderes de diferentes gremios participen y aporten; además siento profunda preocupación porque considero que Colombia no va por buen camino, por eso quiero seguir trabajando para brindarle un mejor país a mis dos hijos.
Sueño con retirarme y jubilarme como cafetero, no como político y espero cumplir el objetivo por el que llegué al Senado de la República: hacer política bien hecha y sacar adelante un país que no es de pocos, sino de todos.