Por: Fernando Londoño No hay que preocuparse, buen amigo, por los otros veinte millones de votos que llegarán a las urnas. Preocúpese por el suyo, que yo haré lo mismo
Por: Fernando Londoño No hay que preocuparse, buen amigo, por los otros veinte millones de votos que llegarán a las urnas. Preocúpese por el suyo, que yo haré lo mismo