Bogotá, 21 de junio de 2018.
Conocido el comunicado de la Fiscalia General de la Nación en la que señala “constreñimiento y corrupción” en Bogotá, rechazo de manera enfática la información en la que se menciona mi nombre como parte de un entramado que pretendió forzar a profesoras de jardines infantiles de la localidad de Keneddy a votar por el señor Diego Caro y por mi, al Senado.
Sobre el particular:

  1. Cuatro años de férrea oposición al régimen no se traducen en burocracia. No tengo un solo contrato, puesto o entidad que esté al servicio de mi causa y públicamente he rechazado la forma vulgar como la “mermelada” degradó la política.
  1. Hicimos una campaña limpia y propositiva en el país con un muy limitado y austero presupuesto. Rechacé todo tipo de acompañamientos que bajo el supuesto de atenderle gastos para «logística», significara un solo peso diferente a los pagos de una campaña para refrigerios, camisetas, gorras, afiches, papelería y apoyo básico a quienes volantean en las localidades y las regiones.
  1. Mucho daño le ha hecho al país la justicia espectáculo y no puedo aceptar que se enlode ni mi nombre, ni mucho menos el de un partido que, como Centro Democrático, ha dado una lucha sin cuartel contra la corrupción y las malas prácticas de la política.
  1. En 2014 fui cabeza de lista cerrada en Bogotá, con una votación superior a los 300mil votos. En esta ocasión en lista abierta obtuve 11.070 votos. Afirmar que quienes votaron por mi lo hicieron bajo presión o amenaza, no tiene sentido. Mi campaña es mediática, de argumentos, controversia y opinión. No de maquinarias electorales.
  1. Durante las elecciones legislativas realicé muchos eventos públicos con varios candidatos a la Cámara de Representantes: Juan Manuel Daza, Diego Caro, José Jaime Uscátegui y Enrique Cabrales, entre otros. Candidatos jóvenes que por primera vez se presentaban a una elección.
  1. Tengo conocimiento que un personaje que intentó formar parte de la lista para la Cámara de Representantes por Centro Democático en Bogotá, a quien el Partido rechazó y no le permitió la inscripción, envió anónimos a la Fiscalía como retaliación.
  1. Todos aquellos que sean responsables de prácticas ilegales, utilizando el nombre mío y/o del partido, deberán responder ante las autoridades por hechos que desconozco y por los que no soy responsable.

8.Como se puede verificar en el comunicado  de la Fiscalía General de la Nación, no estoy vinculada a ningún  proceso, pero estaré dispuesta a colaborar con la administración de justicia para que se llegue a la verdad de estos hechos.
(FIN)