Ciro Alejandro Ramírez Cortés
Senador de la República
Además de hablar del dinero de la nación, de las inversiones del Gobierno nacional y los negocios del país, la Comisión Tercera tiene un componente diferenciador: se instituyó para distribuir -de manera eficiente- las rentas del Estado, en función del bienestar social, para constituir procesos dinámicos en el entorno del Desarrollo Económico, tramitar leyes técnicas en materia financiera, de hacienda, mercado de valores, regulación económica, monopolios, empréstitos, planeación, actividad bancaria y bursátil, seguros, tributación, régimen monetario y ahorro.
Es una Comisión técnica, donde se dan las discusiones más acaloradas y enriquecidas en torno a la estabilidad macroeconómica del país, comprende la actualización diaria de las actividades que desarrollan los colombianos de a pie, las empresas, los gremios, bancos, departamentos de planeación, bolsa de valores y de todos los participantes a los que se conoce como agentes económicos, de ahí, que sea uno de los espacios más importantes en el Congreso de la República.
Aquí la tarea es compleja, porque llevar adelante la economía del país, con toda la coyuntura social que convive a diario con limitaciones de ingreso, riesgo en las inversiones, carencia de ahorro, deseos de prosperar, anhelos de mejorar su nivel de vida, entre otros muchos factores, nos lleva a tomar decisiones en tiempo real, cuya finalidad sea mejorar las condiciones de crecimiento económico para que los colombianos puedan prosperar.
Desde hace ya 4 años estoy jugándomela por las necesidades del país, sobre todo aquellas que derivan del desarrollo de los sectores productivos y generadores de empleo como el agropecuario, industrial, servicios y manufactura, además de los efectos de la inversión y los precios en el entorno laboral y productivo. Cada sector merece la atención en esta Comisión y he llevado a cabo una minuciosa contabilidad de los problemas que afectan a la producción nacional.
Ahora que estamos en el proceso de aprobar las inversiones del presupuesto general, de evaluar el Plan Nacional de Desarrollo, de acompañar el Presupuesto bianual de Regalías, de mejorar los presupuestos regionalizados y de estudiar las regulaciones sobre excesos económicos, los colombianos deben saber que este trabajo depende de las propuestas que hagamos todos, sin distingo ni apasionamientos. De ahí, he tomado la decisión desde siempre por escuchar cada una de los llamados y acompañar su proceso a través de la atención del Gobierno Nacional.
Desde esta Comisión, avalo cada uno de los propósitos de éxito que puedan generar cambios a favor de los colombianos y, al mismo tiempo, recibo cada uno de los llamados que hace la población, con el fin último de construir economía en el país. Bienvenidos todos a mi comisión.