Mantenemos nuestro compromiso con la democracia y los derechos humanos como pilares de la paz.
La política exterior de los próximos cuatro años contribuirá a construir, con el liderazgo del presidente Duque y el concurso de todos los colombianos, un país más equitativo, a partir de la legalidad y el emprendimiento. Con una perspectiva innovadora y mediante iniciativas sostenibles, Colombia seguirá afianzando su posición en el concierto de las naciones, promoverá estratégicamente sus intereses y participará activamente en la discusión de los grandes asuntos globales –que son también asuntos nacionales–.
Colombia hablará con claridad y franqueza con el resto del mundo. Así lo hemos venido haciendo desde el pasado 7 de agosto: sin ocultar nuestras preocupaciones ni los problemas que enfrentamos, pero expresando nuestra firme voluntad para atenderlas y resolverlos, y con la convicción de que, al hacerlo, estaremos contribuyendo a una mejor gobernanza internacional.
Nos retiramos de Unasur ante su extravío, su estancamiento y su inoperancia. Y también, ante su inaceptable complicidad con la dictadura en Venezuela. Estamos convencidos de que otros escenarios ofrecen mejores oportunidades para el diálogo, la concertación, la cooperación, la integración y el desarrollo de la gobernanza regional, y vamos a trabajar por su fortalecimiento.
Estamos respondiendo con liderazgo, solidaridad y responsabilidad frente al flujo migratorio procedente de Venezuela. Liderazgo a la hora de impulsar una respuesta regional para que la migración sea ordenada, segura y regular; y para configurar una plataforma financiera multilateral que respalde los esfuerzos individuales de cada país. Solidaridad al ofrecer atención humanitaria a los migrantes, no obstante los limitados recursos disponibles. Responsabilidad para con las comunidades receptoras y los colombianos retornados. Esperamos que nuestro esfuerzo inspire también a otras naciones que afrontan similares desafíos.
Mantenemos nuestro compromiso con la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos como pilares de la paz, la seguridad y la estabilidad, no solo en cada nación sino en el contexto internacional. Apoyaremos la acción multilateral y el uso de todas las herramientas políticas y diplomáticas disponibles que coadyuven al restablecimiento de la integridad institucional en Venezuela. Por eso participamos activamente en el Grupo de Lima y, junto con otros siete países, remitimos a la Corte Penal Internacional la grave situación que se ha presentado en ese país, como consecuencia de la ruptura del orden democrático.
Hemos reiterado ante la comunidad internacional nuestra voluntad de seguir adelante con la implementación del Acuerdo Final para la terminación del conflicto con las Farc, como una oportunidad para consolidar la convivencia pacífica sobre las bases de la justicia y la seguridad, y a pesar de las graves deficiencias que hemos encontrado en el proceso, a las cuales aplicaremos los ajustes necesarios en el marco de la Constitución y la ley.
El ingreso de Colombia a la Ocde es una apuesta de Estado y un ejemplo de cómo la política exterior puede contribuir al perfeccionamiento institucional, el desarrollo económico y el progreso social. Desde la Cancillería apoyaremos el trabajo de todos los sectores para utilizar y aprovechar las oportunidades que se derivan de ello.
Durante estos primeros cien días hemos querido transmitir cinco mensajes al mundo: que estamos comprometidos con un multilateralismo eficaz; que actuamos con solidaridad y responsabilidad como miembros de la comunidad internacional; que nos tomamos en serio la democracia y los derechos humanos; que seguiremos avanzando en la estabilización nacional y que nuestra acción internacional reflejará nuestros propios esfuerzos para seguir construyendo país como lo hemos venido haciendo durante los doscientos años de nuestra vida independiente.
CARLOS HOLMES TRUJILLO
Ministro de Relaciones Exteriores