“El Gobierno actual lo venía corrigiendo, lo muestran las cifras de enero y febrero, crecimiento promedio del 4,1 y crecimiento de la inversión del 52%”
Con ocasión de lo anterior mencionado insistió en unas medidas de equidad:
- Volver permanente el impuesto a los altos sueldos del estado, empezando por los congresistas. Se aclara que esta propuesta fue presentada por el Centro Democrático y acogida por el Gobierno como impuesto de emergencia, que debería volverse permanente.
- Póliza obligatoria de salud para ciudadanos de mayores ingresos a fin de que los recursos del sistema puedan ser destinados a la atención de las personas de menores ingresos.
- Mantener el impuesto al patrimonio de personas naturales con el objeto de financiar el bono solidario para niños de hogares de menores ingresos, que nivelaría la cancha porque unos nacen con respaldo económico de sus familias y otros en hogares de mucha pobreza. Mientras ese bono se redime, bien sea para la atención del beneficiario o para un proyecto productivo, haría parte de una masa de ahorro que el Gobierno podría utilizar para financiar la recuperación económica.
- Que Ingreso Solidario llegue a 4’5 millones de familias y atienda a 15 millones de Colombianos, así mismo que el monto se incremente de 160 a 350 mil pesos para cada familia, y se repita cuantas veces sea necesario por la duración de la pandemia.
- Que los independientes y los pequeños negocios puedan acceder a créditos de verdadero apoyo, a través de cajas de compensación, Banco Agrario, cámaras de comercio, etc. Para este propósito debería haber fondeo de recursos del Gobierno Nacional.
Sumado a esto, recordó que se requiere austeridad y transparencia:
“No puede repetirse lo que ocurrió en la ESAP en 2016, unos particulares compraron un predio por 2.700 millones y a los días lo vendieron a la ESAP por 4.100 millones, o lo que pasó en Saludcoop entre el año 2012 y 2015, se redujo el activo en un 29% y se creció el pasivo en un 247%, o los 80 contratos que no han investigado en Cafesalud denunciados en su momento, o los derroches entre camionetas blindadas, fiestas de navidad, remodelación de oficinas por 1.700 millones entre 2013 y 2015”
Finalmente el expresidente reiteró de manera contundente las líneas de conducta que han regido su vida pública y privada:
“Yo no he sido traficante de influencias, no he traficado con contratos, no he recomendado contratistas (…) lo importante es ayudar a los colombianos, en este país por fortuna, son muy poquitos aquellos de quienes se pudiera predicar lo que le asignó Lombroso a algunos delincuentes natos que tienen bipolaridad, de quienes se puede decir, pasan muy rápidamente del empalago zalamero a la difamación voraz, locuaz y posan de víctimas”
FIN