Desde el inicio de este gobierno se habla de importar gas de Venezuela, sin tener un soporte técnico, ni un estudio de demanda que demuestre la inminente necesidad de hacerlo. Pareciera que lo único cierto es que existe algún compromiso secreto, “de caballeros”, entre el presidente Petro y el dictador Maduro, que tiene al primero en angustia existencial, y no encuentra la manera de cumplir.

Lo primero que debe aclarársele al país, es que actualmente se tiene una producción fiscalizada de gas por el orden de los 1700 millones de pies cúbicos diarios, mientras que el consumo nacional es de 1065 millones de pies cúbicos diarios. Lo anterior significa que tenemos un excedente de 635 millones de pies cúbicos, equivalente al 55% de la demanda diaria, que es reinyectado a los yacimientos del pie de monte llanero, en el Casanare.

Importante recordar que existen 5 tipos de RESERVAS, en petróleo como en gas, y que cuando se habla de reservas “PROBADAS”, se refieren únicamente a aquellas que, además de haber sido descubiertas, ya fueron desarrolladas. Esto quiere decir que los informes, tanto del gobierno como de la industria, al reportar reservas de gas para 8 años, solo se refieren a las probadas, excluyendo las reservas remanentes, las probables y las posibles, que aún faltan por desarrollar.

Igualmente, en los últimos 7 años se han descubierto en la cuenca caribe (offshore), nuevas reservas originales de gas por el orden de los 11000 Giga pies cúbicos, que al ser declaradas comerciales y desarrolladas, en el término de 5 años (según la ANH), estarían incorporando nuevas reservas PROBADAS por el orden de los 6000 Giga pies cúbicos; o sea, a las condiciones actuales, tendríamos autosuficiencia de gas para 15 años adicionales a los 8 que ya se tienen.

Por último, es mi responsabilidad dar a conocer que Ecopetrol S.A, en respuesta dada el 12 de septiembre pasado, indica que, aunque existe un contrato vigente de importación de gas de Venezuela, por 150 millones de pies cúbicos día (con fecha de inicio en 2016 y terminación en 2027), este no se ha ejecutado por las siguientes razones:

1) El gas proveniente de Venezuela no se encuentra con las especificaciones técnicas de calidad ni de presión que exige el contrato.

2) El gasoducto existente no está conectado a los campos del Golfo de Venezuela y está obsoleto por falta de mantenimiento.

3) Al ser Ecopetrol una compañía que cotiza en la Bolsa de Nueva York, está obligada a atender el programa de sanciones del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, las cuales impiden expresamente transacciones comerciales con PDVSA o con el Gobierno de Venezuela.

Por todo lo anterior se concluye que Colombia no necesita, ni puede, ni debe importar gas, y menos de Venezuela. El hacerlo sería un acto irresponsable.