Bogotá D.C, 09 de junio de 2022.

Como partido rechazamos y pedimos a las autoridades y entes de control esclarecer con celeridad los presuntos actos de corrupción que se han dado al interior del Pacto Histórico y la evidente campaña de destrucción moral a sus contendores:
1. Investigar a profundidad los nexos entre el congresista Mario Castaño y Verónica Alcocer, esposa de Gustavo Petro. Este senador fue capturado por ser presuntamente el cabecilla de una organización criminal dedicada a saquear los recursos públicos de los colombianos; existe material probatorio que indica que este senador le habría organizado reuniones y encuentros ciudadanos con fines electorales a la señora Verónica Alcocer, además que destinaría personas de su equipo para apoyar a Petro en la campaña presidencial.

2. La adhesión a la campaña de Mario Fernández Alcocer, primo de la esposa del candidato del Pacto Histórico, quien tiene varias investigaciones vigentes en la Corte Suprema de Justicia y graves denuncias sobre su relación con la parapolítica. Además de graves denuncias ciudadanas relacionadas con presiones y hostigamientos de su parte sobre los contratistas y funcionarios de la regional Sucre del ICBF para que apoyaran a Gustavo Petro en las elecciones de este 19 de junio.

3. A 10 días de elecciones nos encontramos con más de 20 audios que revelan el trasfondo maquiavélico y estructurado de la campaña del Pacto Histórico dirigido por Roy Barreras y con el pleno conocimiento del candidato Gustavo Petro, donde se demostraría que existen acuerdos políticos con criminales solicitados en extradición para cambiar votos por impunidad. Junto con esto se revela la campaña sucia a candidatos adversarios, la destrucción del buen nombre y la reputación de los opositores a la campaña de Gustavo Petro, quien demuestra qué no le importa destruir procesos democráticos con tal de llegar al poder.

Exhortamos a la justicia a no escatimar esfuerzos y que así el país pueda conocer quiénes son las personas vinculadas con estas redes criminales, sumado a esto rechazamos esta serie de acciones que golpean la democracia y hacen daño al debate sano de ideas. La mentira y la difamación no puede seguir siendo utilizada como un arma de destrucción moral.