Los colombianos no podemos seguir siendo víctimas de las mentiras del fallido proceso de paz con el grupo narcoterrorista de las FARC. Luego de existir evidencia suficiente de las actividades de narcotráfico en las que se han visto involucrados miembros del secretariado presuntamente desmovilizados, se observa con enorme preocupación cómo se siguen ejecutando de manera violenta y sistemática, asesinatos contra miembros de nuestra Fuerza Pública.
Concretamente y con cifras en mano, tan sólo en el mes que acaba de concluir (abril de 2018), las FARC y el ELN fueron los autores materiales del asesinato de cinco (5) integrantes del Ejército Nacional y once (11) miembros de la Policía. De conformidad con este cruento balance, estamos hablando que esto equivale a que cada cuarenta y cinco horas (45) en este último mes, el terrorismo cobró la vida de un héroe de la patria.
Para este gobierno es más importante garantizarle la vida a un delincuente, que hacer respetar la vida y honra de nuestros soldados y policías. El cuento de la tal paz no es más que eso, un cuento mal narrado y mal elaborado. Se tiene engañada a la comunidad internacional sobre las bondades de lo que no ha sido otra cosa que un pacto con un puñado de criminales para lavarle sus crímenes y sus enormes capitales producto de la coca, la minería ilegal, el secuestro y la extorsión.
Como prueba de lo anterior, ayer se produjo un nuevo asesinato. Los infantes de marina JESÚS ÁLVAREZ NIEBLES Y RONNY HERNÁNDEZ, fueron ultimados por integrantes de las FARC. Tanto las FARC como el ELN siguen en la droga, siguen en el negocio del crimen y del terror.