Por: Thania Vega de Plazas
Para los colombianos es claro que estamos en momentos críticos como los que vivimos durante gobiernos tan funestos en la década de los 90, como cuando el narcotráfico se había tomado el país, las guerrillas habían crecido y la economía era sencillamente insostenible.
Debemos pensar en que lo que ha vivido Colombia nos debe invitar a la reflexión, para rescatar al país nuevamente del narcotráfico, el terrorismo y la impunidad, que como hace 20 años reinaba y nos ponía en la lista de los países que más coca producían en el mundo, panorama idéntico al que estamos viviendo en el gobierno de Juan Manuel Santos.
Este 27 de mayo no estamos ad portas de otra elección presidencial cualquiera, estamos ante la decisión más importante y trascendental para la patria, donde Colombia deberá decidir entre el comunismo y el modelo económico del Socialismo del siglo XXI de Gustavo Petro o la renovación en la política con seguridad, emprendimiento, justicia y oportunidades de Iván Duque.
Nos jugamos el presente y el futuro de las nuevas generaciones que hoy por ser en su mayoría menores de edad, no podrán elegir el destino que viene para sus vidas.
En el partidor tenemos las candidaturas de Humberto de la Calle, hombre del partido Liberal que desde siempre ha participado en los asuntos del Estado, desde la Constituyente del 91 hasta ser vicepresidente de Ernesto Samper, conocido por 8.000 razones; su más reciente hazaña, haber negociado la patria con los terroristas de las FARC en la Habana.
Seguimos con Sergio Fajardo, un profesor universitario, exalcalde de Medellín y exgobernador de Antioquia, de donde salió con serios cuestionamientos a su desempeño como administrador de lo público, con investigaciones en la Contraloría departamental.
Sigue Germán Vargas Lleras, un político que durante 7 años pasó por el Ministerio del Interior y Justicia, por el Ministerio de Vivienda donde “regaló” casas a manos llenas con el dinero de todos nosotros, y luego fue vicepresidente de Juan Manuel Santos, donde siguió haciendo política con lo público. Vargas Lleras representa lo que llamaron desde el gobierno Santos la “mermelada sobre toda la tostada”.
El otro candidato presidencial es el exguerrillero del M19 Gustavo Petro, que perteneció a ese grupo terrorista que manchó con sangre la historia de Colombia con hechos como; el robo de la espada de Bolívar, el secuestro y asesinato de José Raquel Mercado, el robo de armas del Cantón Norte, la toma de embajada de República Dominicana, el secuestro de Martha Nieves, la toma del Palacio de Justicia y el secuestro de Álvaro Gómez Hurtado entre otros hechos.
Su oscuro pasado no evitó que llegara a ser elegido alcalde de Bogotá con el pésimo balance que todos conocemos.
La pregunta que nos debemos hacer, es sí Colombia fue mejor después de Fajardo gobernador, De la Calle Vicepresidente, Vargas Lleras Ministro o Petro alcalde de Bogotá; claramente NO, ninguno de esos personajes hicieron de nuestro país algo diferente al desastre que estamos presenciando.
La alternativa que le queda a Colombia es Iván Duque, hombre joven, abogado de la Universidad Sergio Arboleda con Máster en Derecho Económico en American University y Máster en Gerencia de Políticas Públicas en Georgetown University.
Duque es la esperanza de la nueva Colombia queriendo cambiar el rumbo para hacer de la nación un país con Equidad, Seguridad y Emprendimiento.
Duque recoge los valores de la sociedad, la transparencia en el manejo de lo público y la juventud emprendedora que transformará a Colombia en un nuevo país. Por eso ¡Duque es el que es!
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