El proyecto de Ley, radicado este 22 de agosto en el Senado de la República por el senador Álvaro Uribe Vélez y la Bancada de Centro Democrático, y que busca un incremento en el salario mínimo de los colombianos, ya despertó un buen número de seguidores con criterios a favor y otros en contra como si de calificaciones inmediatas se revistiera la Ley.
Resulta inherente a nuestro análisis dar aquí algunas luces que nos pueden situar en las condiciones sobre las que se da el proyecto de Ley en mención: en principio si de subir salarios se tratara, tenemos que enfrentar aumentos inflacionarios que acabarían reduciendo el aumento inicial, el proyecto de ley lo prevé con fundamento en la destinación de ese aumento a la cuenta de cesantías de los colombianos, pagaderos como prestaciones sociales.
Aumentos en el salario mínimo (en términos nominales) no estimulan la economía, pues la demanda no va a reaccionar inmediatamente pero, desde el punto de vista del salario real, con certeza la población va a tener mejores condiciones en la previsión de sus ingresos producto de las cesantías y de los pagos de prestaciones, es decir -de entrada- tienen el aumento asegurado.
Por otro lado, subir el salario no es un acto que deba ser carne de cañón para los especuladores, sobre si es o no populismo o si irrumpe con el equilibrio macroeconómico del país o si, por el contrario, es un compendio de “micos” como ya se han atrevido algunos a decirlo. Sin lugar a dudas genera polémica y revuelo, pero no es para acabar tildando la iniciativa descaradamente con argumentos destructivos.
Finalmente, el proyecto de ley lo que establece es una medida de incremento salarial en términos reales, que bien puede actuar de amortiguador en la plata que se guarda por concepto de cesantías y funciona como apalancador en los momentos de mayor necesidad por liquidez. De este modo, vamos a llevarlo al debate en el Congreso y, con certeza, hablaremos del tema del que ningún partido se ha atrevido a hablar seriamente: los salarios en Colombia.
Ciro Alejandro Ramírez Cortés
Senador de la República