1. La JEP no es un baluarte para la justicia colombiana ni un referente mundial como ella afirma. Es un ente burocrático, sin resultados, con abundantes manchas de corrupción y clientelismo, que fue hecho e integrado a la medida de las Farc y no de los intereses de nuestra población.
2. El Centro Democrático no se opone a la paz. Lo que rechazamos categóricamente es que se haya desconocido el resultado del plebiscito de octubre de 2016, en el cual ganó el NO y el subsiguiente asalto a la Constitución y al orden jurídico que realizó el anterior gobierno para imponer burdamente el acuerdo, en contra de las mayorías.
3. Estamos proponiendo que en el referendo se incluya la derogatoria de la JEP o por lo menos que sea sometida a una reforma profunda. Proponemos, entre otras reformas, una Sala Especial para los miembros de las Fuerzas Militares y que de ninguna manera puedan ser congresistas los responsables de delitos atroces, sin antes haber sido juzgados y castigados por sus culpas.
4. Invitamos a la Embajadora Llombart a tener en cuenta la voz y los intereses de miles de víctimas de delitos atroces, de violencia sexual y de todos los atropellos cometidos por las Farc contra la población, antes de formular comentarios como el que nos ocupa, carentes de fundamento y lesivos para la mayoría de los colombianos.
Bogotá, 4 de noviembre de 2020