Alberto J. Bernal-León
Si alguien me hubiese preguntado en febrero del 2021 si existía alguna posibilidad de que Colombia fuese a ser capaz de vacunar a toda la población vulnerable antes del final del 2021, yo, que siempre peco por optimista y que soy un fiel defensor de la administración del presidente Duque, hubiera contestado, “a ver, bien ser optimista, pero pues tampoco …”. Colombia ya vacunó con al menos una dosis al 73% de su población, que viene siendo básicamente lo mismo que el Reino Unido (74%), y por encima de EE. UU., que ha vacunado con al menos una dosis al 70% de su población. Colombia no solo logró cumplir con la meta de vacunación, sino que la excedió. Que los medios no estén contándole esto a la gente cada dos segundos es algo que jamás lograré entender.
Si alguien me hubiese preguntado en febrero de 2021 que si existía alguna posibilidad de que Colombia fuese a crecer más de 10% año/año en 2021, logrando el tercer crecimiento más alto de la Ocde después de Irlanda y Chile, yo le hubiera contestado, “a ver, está bien ser optimista, pero pues tampoco.…”. Aunque parezca increíble, según los modelos que manejamos en XP, la industria va a crecer a una tasa récord de 16% año/año en2021. “Eso es puro rebote”, dirán los profetas del fracaso que se adueñaron de los micrófonos radiales y que sueñan con que Colombia se convierta en la próxima Venezuela, ese paraíso de la “igualdad”. Pues no. Versus 2019 la industria crecerá 6,4%.
Si alguien me hubiese preguntado en febrero del 2021 que si existía alguna posibilidad de que las ventas al por menor fuesen a crecer más de un 17,5% año/año en 2021, logrando el mayor crecimiento de la historia en el comercio, yo le hubiera contestado, “a ver, bueno ser optimista, pero pues tampoco, ubiquémonos, hermano…”. Y al igual que la industria, este crecimiento no es solo rebote. Comparado con 2019, las ventas al por menor crecerán 8,5%. “Pero eso es puro crecimiento sin empleo, señor uribestia, ¡títere del imperio!”. Nuevamente errado.
La tasa de desempleo nacional ha bajado del 21,4% en mayo de 2020, en el peor momento de la pandemia, a 11,8% en este momento, mientras el porcentaje de empleados versus la población en edad de trabajar ya se recuperó del escalofriante 41,2% en mayo de 2020 al 56,5% en este momento. Sin duda, el empleo sigue por debajo del nivel que existía antes de la pandemia, pero es de necios argumentar que no ha habido una mejoría exponencial.
Si alguien me hubiese preguntado en febrero de 2021 que si existía alguna posibilidad de que el gobierno de Colombia fuese a exceder el objetivo de recaudo tributario en 2021, y que, por lo tanto, fuese a mostrar un déficit fiscal menor al esperado, yo, el “eterno optimista”, como me llaman despectivamente algunos colegas de la industria, le hubiera contestado, “a ver, bueno ser optimista, pero pues tampoco, ubiquémonos…”.
El ministro Restrepo anunció hace unos días que la meta de recaudo tributario para 2021 se iba a sobrecumplir en $9 billones, más o menos 0,8% del PIB, hecho que implicaría que el déficit fiscal para 2021 va a terminar muy por debajo de la meta del 8,6%. Un menor déficit fiscal, un mayor crecimiento del PIB, y una mayor tasa de inflación comparado con los números incluidos en el Marco Fiscal implica que la proporción de la deuda pública versus PIB se va a incrementar mucho menos a lo esperado. “Una minucia”, dirán los de siempre. En fin, para la mezquindad no hay cura.