Por: John Harold Suárez Vargas 

Senador de la República

El pasado 9 de febrero, celebramos el Día del Periodista en Colombia, en conmemoración de la fundación del primer periódico del país en 1797: El Papel Periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá, y el día anterior, 13 de febrero, la ONU estableció para esta fecha el Día Internacional de la Radio, recordando, la instalación de la Radio de Naciones Unidas en 1946; dos celebraciones estrechamente ligadas al desarrollo de nuestra sociedad.

El título de la columna, tomado de la película de 1987dirigida por Woody Allen, sintetiza la importancia de este medio de comunicación a lo largo de nuestra historia desde el año 1929, cuando el presidente, Miguel Abadía Méndez, inauguró la primera radiodifusora del país: la HJN, más tarde, la Radiodifusora Nacional

En 1935 se da inicio al periodismo radial mediante el cubrimiento del accidente aéreo ocurrido en Medellín, donde pierde la vida el famoso cantante argentino Carlos Gardel. A partir de este hecho, comienza la evolución de la radio con la creación de cadenas radiales, emisoras culturales y musicales, programas noticiosos, radionovelas, radioteatros, shows musicales y humorísticos que cautivaron a los colombianos, haciendo un gran aporte al crecimiento social y cultural de nuestro país.

Posteriormente, en el año 1947 nace la primera emisora comunitaria, Radio Sutatenza, la cual permitió la alfabetización de millones de campesinos y creó el bachillerato por radio, primer modelo de educación a distancia permitiendo hoy, 74 años después en medio de la pandemia, continuar procesos educativos en las regiones más apartadas.

El espacio no permite enunciar a todos los valientes pioneros de la radio, quienes con verdadera vocación de servicio, mística y filantropía, fueron los arquitectos del periodismo radial, entre los que se encuentran: Carlos Arturo Rueda C, precursor de las transmisiones deportivas, como la Vuelta a Colombia; Julio Sánchez Vanegas, Otto Greiffestein, Juan Harvey Caicedo, Álvaro Castaño Castillo, los hermanos Tobón de la Roche, Teresa Gutiérrez y cientos de hombres y mujeres ilustres que le dieron realce a la profesión del periodismo.

En el  año de 1979 se parte en dos la historia del periodismo informativo cuando Yamit Amat, en compañía de Alfonso Castellanos, Julio Nieto Bernal y Antonio Pardo García, crearon el formato de 6 am – 9 am en Caracol Radio, y Juan Gossaín, toma las riendas del informativo noticioso de RCN radio, generando una  competencia por la audiencia, en beneficio de los radioescuchas.

Hoy en día se extrañan estas voces que enaltecían y hacían grande la noble profesión del periodismo, quienes en muchos casos con sinceridad exponían a los oyentes su ideología política, sin escudarse en una falsa objetividad, ocultando intereses económicos y políticos, hoy mimetizados en adjetivos como independencia y verdad.

 

El ámbito periodístico requiere una reflexión y autocritica de todos sus actores por ser el estandarte de la libertad de expresión, pilar de la democracia. No se puede continuar transitando por la línea que divide este derecho con el descredito, la calumnia y lo que es peor, las Fake News, o noticias falsas.

 

Para muchos periodistas el micrófono se volvió una herramienta de inquisición usada contra el entrevistado, hasta lograr que las respuestas de este coincidan con la posición ideológica del mismo.

De otro lado, quiero resaltar, el apoyo y compromiso de la ministra de las TIC, doctora Karen Abudinen, con las emisoras comunitarias en la entrega de licencias y convocando, por primera vez en la historia, a las organizaciones indígenas, afrodescendientes, raizales,palanqueros, negritudes y ROM. Lo directores de estas emisoras, desarrollan un trabajo social admirable e ignorado en medio de limitaciones tecnológicas, económicas y en muchos casos, con graves problemas de seguridad; a estas emisoras no les llega la gran pauta publicitaria; por el contrario, sobreviven de los anuncios de tenderos o misceláneas y de algunos recursos del Estado. Gracias a ellas, los habitantes de provincia, especialmente en veredas alejadas, ejercen el derecho a ser informados, intervienen en búsqueda de soluciones a problemas de su comunidad, realizan servicios sociales, y brindan espacios culturales y educativos de acuerdo a la identidad propia de cada región.

La radio está arraigada en nuestra identidad cultural a través del tradicional radio de pilas (baterías), un teléfono celular o una página Web, y continuará siendo el medio de comunicación por excelencia del pueblo colombiano.