Si así son en campaña no quiero ni imaginarme cómo sería un gobierno de la organización que lidera Gustavo Petro que más parece una estructura delincuencial dedicada a violar todas las normas electorales y legales en aras de obtener el preciado premio mayor: la presidencia de la República.
Los llamados ‘Petrovideos’ son espeluznantes. Cuando no están hablando de extorsiones, entonces es porque están concentrados en tapar las visitas de miembros del ‘Pacto Histórico’ a las cárceles con el fin de negociar la extradición con los capos más peligros del planeta. En otras circunstancias, están fraguando operaciones concentradas para liquidar moralmente a sus opositores.
De la lapidación moral a la liquidación física hay menos de un paso. En todas las circunstancias, vemos a un Petro tranquilo, regodeándose, aprobando alternativas execrables, haciendo recomendaciones que rayan en el código penal, proponiendo tramoyas y urdiendo toda suerte de estrategias sucias que son fiel reflejo de su proceder.
Este asunto no se evacúa con el anuncio hecho por el impresentable Roy Barreras en el sentido de que se separará de todas las actividades proselitistas. Menosprecian la inteligencia de los colombianos. El daño ya está hecho. Las sucias maniobras están consumadas.
6 días a partir de hoy nos separan de las elecciones de segunda vuelta. Es tiempo suficiente para que millones de compatriotas que hacen parte del universo de abstencionistas comprendan la trascendencia del momento.
Curiosamente, son ellos, los que no participan activamente de la democracia, los llamados a rescatara, a evitar que el país sucumba en el lodazal neocomunista.
Como bien dijo el columnista Thierry Ways en su más reciente artículo: “Del rodolfato hay retorno; del petrismo no”.
Los colombianos de bien, las gentes que defendemos las tradiciones, nuestros valores y que entendemos que la libertad es el bien más preciado de cualquier sociedad, somos depositarios del deber de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para imponernos en las urnas, para derrotar la amenaza que nos acecha.
Con Petro en el poder, nos enfrentamos a décadas de sufrimiento, de tiranía y de conculcación de nuestros derechos fundamentales. Jamás me imaginé que fuéramos a llegar a un punto como el actual. Estremece pensar que muy posiblemente, las del próximo domingo, pueden llegar a ser las últimas elecciones libres de Colombia.
En nuestras manos está evitar que la democracia fallezca. A quienes tengan dudas, les imploro que dediquen un par de horas de su tiempo y observen con serenidad los ‘Petrovideos’. Esas grabaciones son muestra incontrovertible de la bajeza moral de Gustavo Petro y de quienes están convocados a gobernar a su lado.
No podemos permitir que nuestra Patria, esa que nuestros antepasados construyeron con el sudor de su frente, que forjaron con esfuerzo, pero motivados por un amor desbordado por ese tricolor que nos engalana, quede en poder de un ser monstruoso e inescrupuloso como es Gustavo Petro.

Margarita Restrepo