Alejandro Corrales
Senador Cafetero – @AlejoCorralesCD
Este martes fueron publicados los resultados de las pruebas PISA, exámenes que cerca de 8.500 de nuestros jóvenes hicieron en 2018. Colombia como miembro de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) pudo comparar sus resultados con los del resto de países miembros.
Para sorpresa de todos, fuimos el puntaje mas bajo de los miembros de la OCDE en las tres áreas del conocimiento (lectura, ciencias y matemáticas), donde el 40% de los estudiantes obtuvieron bajos resultados.
Para hacernos una idea, China quedó en el primer lugar de las tres áreas con un puntaje de 555 en lectura, mientras Colombia obtuvo 412; en matemáticas China obtuvo 591 puntos, mientras Colombia tuvo 391; en ciencia China obtuvo 590, mientras que Colombia tuvo 413 puntos.
Ahora bien, ¿Qué estamos haciendo mal? ¿No hay dinero? ¿Hacen falta políticas rigurosas? ¿Los profesores no están educando?
China y Singapur, los dos países con mejores resultados destinan el 3,3% y el 2,9% respectivamente de su PIB para educación, en el caso de Colombia destinamos el 4,5%, incluso ahora en el gobierno del presidente Iván Duque se destino el presupuesto mas grande de la historia para educación 44,1 billones de pesos. Nuestro sistema no esta desfinanciado, por el contrario, y según datos del Banco Mundial, somos uno de los países con mayor inversión de la región.
La diferencia entre colegios públicos y privados en nuestro país es bastante grande, los colegios privados están muy por encima en los resultados de las pruebas PISA en comparación a los otros, lo cual no se entiende si tenemos en cuenta todo el dinero que el Estado da por medio de su Ministerio de Educación.
Entonces quizá necesitemos políticas mas rigurosas sobre nuestro modelo de educación, en el caso de China si eres vicedirector de un colegio muy bueno y quieres convertirte en director, tienes primero que probar tu capacidad dando un giro de 180 grados a un colegio con problemas.
Otro ejemplo es Singapur, donde los profesores graban lecciones y luego se reunen para hablar y analizar distintos temas que posteriormente enseñarán a sus alumnos. También mandan a sus profesores a 100 horas de actividades o cursos de desarrollo profesional por año.
En nuestro caso, la Federación Colombiana de Educadores de Colombia (FECODE), es el grupo más grande de docentes del sector público, organizado en 33 sindicatos. Su actuar es parte fundamental en la educación de miles de jóvenes que debido a sus innumerables protestas han quedado meses enteros sin clases, sus marchas y protestas que nunca han puesto a los estudiantes en el centro del debate han conducido a grandes daños para el sector.
Por dar un ejemplo, en el ultimo paro que participaron en el mes de agosto más del 75% de los colegios quedaron sin clases, eso sin contar las lecciones sesgadas que varios de ellos le dan a sus estudiantes, ese tipo de adoctrinamiento se esparce por las aulas de clases, llegando a las Universidades públicas y estallando el problema de orden público como ya los hemos visto.
Entonces si tenemos dinero y presupuesto para nuestros jóvenes, debemos centrarnos en crear políticas que fomenten la competitividad y la meritocracia en la elección de docentes y directivos.
Tenemos que ver con lupa la profesionalidad de los docentes, como dijo Gabriel J. Vallejo mi compañero de bancada y de región “En este país necesitamos menos profesores y más maestros”.
Trabajadores que enseñen con el alma y se preocupen por el bienestar de nuestros niños, que no lo vean como un trabajo sino como una vocación y que les podamos exigir mayor dedicación sin el temor de que se vayan a la protesta.