Por: John Harold Suárez Vargas

Senador de la República

 

El pasado 4 de septiembre, en medio de la pandemia del Covid – 19, Colombia cristalizó un sueño por el cual esperaba desde hace 100 años: la inauguración del túnel de la Línea. Superando nuestra compleja topografía y un sinnúmero de inconvenientes se culminó la obra dando un claro ejemplo de la capacidad, decisión y perseverancia de los colombianos.

Es justo reconocer el esfuerzo de todos los trabajadores e ingenieros, que en ocasiones llegaron a arriesgar sus vidas para hacer realidad este proyecto. La obra entregada al país por el presidente Iván Duque como uno de los resultados de sus dos primeros años de gobierno, demuestra la persistencia y dedicación del mandatario para continuar con la labor iniciada por el presidente Álvaro Uribe, en cabeza del entonces ministro de transporte Andrés Uriel Gallego (QEPD).

Es claro que se cometieron errores e incumplimientos por parte de contratistas y por este motivo se han escuchado todo tipo de críticas. También cabe resaltar que en una democracia las acciones y decisiones de los gobernantes están sujetas a las opiniones de los sectores opositores, los cuales son indispensables en la búsqueda del equilibrio y control político, y se le deben otorgar todas las garantías en el ejercicio de su derecho.  No ocurrió así en el pasado, cuando en el plebiscito sobre los Acuerdos de la Habana ganó el No, y esta voluntad de las mayorías fue arbitrariamente desconocida por el gobierno de turno.

Los gobernantes necesitan la voz de la oposición, cuando su opinión es seria, bien argumentada y busca el beneficio de la sociedad, allí deben ser tenidos en cuenta sus aportes. Para esto los líderes políticos y de opinión deben despojarse de resentimientos, frustraciones y egos personales, sus discursos no deben transmitir verdades a medias, ni promover el odio y la lucha de clases, tildando de corruptos y enemigos de la paz a quienes no comulgan con sus ideas.

Pero creen ustedes que afirmaciones cómo que el túnel de la Línea solo beneficia a los importadores ¿es una afirmación seria, analizada y cierta? ¿Será que los camiones solo saldrán cargados desde Buenaventura con productos importados? Es curioso ver cómo aquellos que se proclaman amantes de la vida, no tienen en cuenta las cifras de persona muertas y heridas en esta vía debido a accidentes de tránsito, que ahora podrán evitarse por la apertura de esta obra. También es importante pensar en la dinamización del turismo del Tolima, el eje cafetero y el Valle del Cauca, sin hablar de los empleos que esto generará. Respecto al medio ambiente, cabe resaltar la disminución del consumo de combustible y por tanto de las emisiones de gases durante este trayecto.  Se deben reconocer las oportunidades y el mejoramiento en la competitividad que el túnel de la línea traerá a nuestro país.

Hablando de críticas, también se escuchan las objeciones al manejo que le ha  dado  el presidente Duque a la pandemia, algunas constructivas y otras solo con afán protagónico, pero es  indiscutible que las decisiones tomadas hasta  la fecha nos han evitado reproducir las imágenes dantescas vividas por la población de Ecuador, Brasil, Italia, España e incluso EE.UU, en donde los contagiados morían masivamente en las puertas de los hospitales, y las calles de pueblos y ciudades se vestían de muerte.

Nuestro país no necesita ese tipo de oposición incapaz de reconocer los aciertos de su gobernante en pro de la vida y el beneficio de los ciudadanos. Nuestra democracia necesita una oposición madura, inteligente, alejada de las vanidades y oportunismo.

Una vez más, mi invitación es a construir entre todos un mejor país, a superar los colores políticos y a apoyar las acciones y decisiones del Estado, ya que se encaminan a la construcción y el desarrollo de nuestra Colombia.