Por: John Harold Suárez Vargas 

Senador de la República

 

Se acerca a su fin el año 2020 que pasará a la historia como el año en que el mundo se detuvo por culpa de un virus que ha dejado miseria y muerte en todos los países, poniendo en riesgo a millones de personas.

Gobernar un país en medio de la pandemia ha sido uno de los retos más difícilesen la historia reciente para los jefes de Estado. Los planes de gobierno debieron focalizarse en el fortalecimiento de los sistemas de salud, programas asistenciales y protección de la economía. Estoy convencido que ninguno de los hoy presidentes,hubiera postulado su nombre a elecciones si conociera de antemano que gobernaría en medio de esta crisis, y más aún con una oposición destructiva basada en discursos populistas faltos de sensatez, grandeza y humildad para trabajar unidos en una causa común como lo es la supervivencia.

El presidente, Iván Duque, con aplomo y permanente asesoría de especialistas internacionales, ha mostrado liderazgo en asumir este reto, tomado las decisiones que él considera pertinentes y oportunas para el bien de nuestra nación. Podemos estar o no de acuerdo con ellas, pero sus resultados no pueden ser desconocidos e ignorados:

  • Compra inicial de 40 millones de dosis de vacunas para comenzar a ser aplicadas, voluntaria y gratuitamente a comienzos del 2021.
  • La tasa de homicidios es la más baja en 46 años, incluso en 340 de los 1.103 municipios no se ha registrado este delito.
  • El país duplicó su disponibilidad de camas UCI, pasando de 5.346 camas, en febrero, a 10.693 a la fecha.
  • Se ha logrado conectividad a internet del 53% de los hogares y la meta es llegar al 70%.
  • Gracias a los subsidios a la nómina a través del Programa de Apoyo al Empleo Formal -PAEF-, se han protegido empleos.
  • El Ingreso Solidario ha sido una ayuda económica importante para más de dos millones y medio de colombianos.
  • Inversión proyectada en infraestructura por $49,2 billones en los 24 proyectos de 5G y $63 billones para obras de transporte en las capitales del país como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla que generarán empleo y reactivación de la economía.
  • Para el Valle del Cauca, obras cómo la construcción del nuevo Bunker de la Fiscalía en Cali; el tren de cercanías para conectar Jamundí, Cali, Palmira y Yumbo; culminar obras en instituciones educativas suspendidas en el anterior gobierno; terminar la doble calzada Buga – Buenaventura, entre otras.

Adicionalmente, las calificadoras de riesgo han destacado la labor que ha hecho Colombia para soportar la crisis, lo que ha permitido disponibilidad de crédito en el mercado financiero internacional y confianza en los inversionistas.

Falta mucho por hacer, es verdad y quedan unas tareas pendientes por realizar como:

  • Fortalecer estrategias contra el desempleo.
  • Continuar la lucha contra las organizaciones criminales y la inseguridad.
  • Reducción de la brecha social.
  • Combatir la deserción escolar, y aumentar la calidad y permanencia.

Los colombianos hemos mostrado una gran capacidad de adaptación y reinvención en medio de la crisis. Debemos ser realistas, pero optimistas; varias señales positivas muestran que saldremos adelante y que nuestra economía está viva. Sin embargo pasamos por un momento crítico en el que todo el esfuerzo por la reactivación económica se puede ir abajo si no continuamos actuando responsablemente hasta que la crisis mundial se sortee y se logre la inmunización colectiva contra el Covid-19.

De nuestro comportamiento social depende nuestro futuro.