Por: José Félix Lafaurie Rivera,
Dos días antes de terminar su gestión, el contralor Maya le envió una carta al ministro de Agricultura, Andrés Valencia, improcedente y malintencionada, en la cual expresa falseadas “inquietudes” sobre la administración del Fondo Nacional del Ganado (FNG) por parte de Fedegán, para arrogarse luego la pretensión de impartir una irrespetuosa “orden” al Ministerio, que “deberá imperiosamente”, garantizar que la administración parafiscal no recaiga nuevamente en Fedegán.
A raíz de la elección de su sucesor, Maya había dado otra demostración de “mala leche” contra mí, al incidir indebidamente en el proceso, echando mano de la difamación embozada y cobarde, pero evidente, ante lo cual un periodista investigó las causas de tal animadversión, que yo confirmé recientemente.
Es una razón eminentemente privada, relacionada con mis legítimas acciones de cobro al hoy adalid de la pulcritud, por una vieja deuda impagada. Se pierde la plata y el amigo, reza el proverbio, pues el señor Maya se convirtió en enemigo de oficio. Una historia prosaica, sin duda, de no ser porque, en su afán persecutorio, usó y abusó de las instituciones y las funciones públicas a su cargo, durante ocho años como procurador y cuatro como contralor.
Durante su larga y cuestionada Procuraduría, no solo me impuso una sanción injustificada, sino que chuzó mis teléfonos durante seis meses, primero buscando un “rabo de paja” que nunca encontró porque no existía, y luego para bloquear mi designación como presidente de Fedegán en favor de su cuñado.
Durante su gestión como Contralor, se sumó a la persecución del gobierno Santos contra Fedegán, en gavilla con el exministro Iragorri y otros malquerientes. No obstante, como le manifesté en carta al ministro Valencia, después de cuatro años de auditorías y actuaciones especiales al FNG, el contralor no encontró un solo hecho que le permitiera sancionar o endilgar alguna responsabilidad fiscal a Fedegán.
En su carta, acusa a Fedegán de bloquear el proceso licitatorio No. 01 de 2018 para la adjudicación de la administración parafiscal. En la nuestra, demostramos que tales procesos, iniciados en 2016, resultaron fallidos por sus propias falencias.
En su carta, acusa a Fedegán de tergiversar las buenas calificaciones de la propia CGR a su gestión como administrador del FNG. En la nuestra, señalamos la falsedad del contralor, pues las calificaciones de gestión, como el fenecimiento de cuentas, son datos objetivos tomados de informes oficiales de la CGR.
En su carta, el contralor le adjudica a Fedegán la liquidación del Fondo por el presunto riesgo sobre su patrimonio, con los avales otorgados al endeudamiento de Friogán S.A. En la nuestra, aclaramos que las decisiones no fueron de Fedegán y que los recursos nunca estuvieron en riesgo, como demostró la innecesaria liquidación, inducida por un viceministro obediente y taimado.
Como corolario, le señalamos al ministro la paradoja de esta persecución. Friogán se salvó de la liquidación y es una promisoria empresa, mientras que el FNG fue liquidado, sus empleados despedidos, sus programas suspendidos, se perdió el estatus de país libre de fiebre aftosa y se le causó una lesión enorme a Fedegán y a la ganadería.
En su obsesiva persecución, y ya de salida, Maya se arriesga a prevaricar, violentando normas constitucionales e incurriendo en desacato de la sentencia que le prohíbe a la CGR el control de advertencia; una conducta abusiva, definitivamente, con la intención de presionar mediáticamente las decisiones del Ministerio.
Infame el adiós desesperado de Maya contra Fedegán; ejemplo aberrante de abuso de poder por parte de quien posa como adalid anticorrupción. A Dios gracias, no hay mal que dure 100 años.
@jflafaurie