Bogotá, 16 de octubre de 2018 (CD). La siguiente es la transcripción de la intervención del expresidente Álvaro Uribe en la Plenaria del Senado:
“Gracias señor presidente:
Cuatro comentarios. Uno, sobre la desmovilización que tuvo lugar entre 2002 y 2010; uno segundo, sobre la oposición; uno tercero, sobre los doctores Sabas Pretelt y Diego Palacio; y uno cuarto, sobre los controles en el Estado de Derecho.
Quiero recordar esto, entre 2002 y 2010 aproximadamente se desmovilizaron 35 mil paramilitares y 18 mil guerrilleros, hubo una reincidencia del 7 por ciento; a la luz de las comparaciones internacionales, porcentualmente era bajo. En cifras absolutas, 3 mil 700, que regresaban a la acción violenta, era una gran amenaza para el país.
Así lo enfrentó nuestro gobierno. Hubo generosidad con la reinserción, toda la autoridad frente a la reincidencia.
En 2010, la Policía Nacional expresó que las Bacrim tenían entre 2 mil 400 y 2 mil 700 personas; hoy una sola pasa de 10 mil.
¿Qué pasó entre 2010 y el año 2018? Falta de autoridad.
En este Senado, entre 2010 y 2014 el senador Juan Lozano reclamó muchas veces la necesidad de iniciativa de autoridad contundente contra las Bacrim. El gobierno Santos no quiso y se presentó ese crecimiento.
De los 2 mil 400 – 2 mil 800 integrantes que tenían en 2010, la Policía Nacional dijo que el 11 por ciento venía de paramilitares que habían reincidido, pero que esas bandas tenían un 50 por ciento de sus cabecillas que venían del antiguo paramilitarismo. Si eso se hubiera enfrentado, el tema sería muy distinto.
Pero hay una gran diferencia entre esa desmovilización y la actual. La base paramilitar y guerrillera no fue a la cárcel, los cabecillas responsables de delitos atroces tuvieron que ir a la cárcel entre cinco y ocho años, y no tuvieron derechos de elegibilidad política.
Entonces, otro día discutimos sobre otro tema para separar las personas que se benefician con ese tipo de indultos y lo que son los malos ejemplos a las sociedades.
¿Qué pasa hoy? Hay una criminalidad en convergencia; ese Nudo de Paramillo, desde el cual se desprende Urabá, tiene hoy un gran crecimiento en cultivos de coca, – administración Santos-. Los maneja una disidencia de las Farc, la envía al Golfo del Morrosquillo, allí la recibe el Clan del Golfo, la saca a alta mar o la frontera.
¿Quiénes han dicho que hay más de 2 mil integrantes de las Farc que han regresado a la actividad violenta? Organismos internacionales, organismos que se autoproclaman imparciales. No es un invento de quienes nos quejamos de que la impunidad haya producido estos malos resultados.
Este país ha tenido una gran lucha por los derechos de oposición, no nacieron con el acuerdo de las Farc; podemos citar todos los presidentes de Colombia que dieron ejemplo en el respeto a la oposición.
Para hablar en cabeza propia, los líderes de la oposición, entre 2002 y 2010, tuvieron tanta protección como tuvo quien ejercía la Presidencia de la República.
Agrego algo a lo que ya dije, sobre Sabas Pretelt y Diego Palacio, que no robaron. A Sabas Pretelt lo condenaron porque una señora se autoincriminó diciendo que había participado en la asignación de una notaría, y el beneficiario siempre lo negó, y no pudieron comprobarlo. Solamente valió el testimonio de la delincuente que se autoincriminó.
A Diego Palacio no lo condenaron por robar, lo condenaron acusándolo que había nombrado a alguien en el Hospital de Barrancabermeja, como dijo la delincuente que se autoincriminó, autoincriminación que no pudo ser contradicha.
Punto final, en el Estado de Derecho toda está regulado, el control político está regulado; hago esta comparación. Lo que se consideraba la más absoluta de las libertades, la libertad de expresión, está regulada en el Estado de Derecho. Hoy, la libertad de expresión puede ser enfrentada con la tutela o con acciones penales también de efectos civiles, como las denuncias por injuria y calumnia.
Si la más amplia de las libertades está controlada, no se puede negar y proceder por fuera de los controles a otras de las instituciones del Estado de Derecho, que es esta figura de la moción de censura.
Quiero recordar un principio general del Estado de Derecho.
Las instituciones sancionatorias y la moción de censura es una institución sancionatoria, no admite extensión por analogía, son restrictivas.
Entonces, al ministro Carrasquilla, que se le critique como se le quiera criticar, ya en varias ocasiones aquí se había dicho de todo; ¡qué no se le dijo hoy! Se le dijo avivato en una sesión del Senado, que además transmite la televisión. Aquí nadie se está oponiendo a la crítica, al debate, simplemente estamos diciendo que una institución sancionatoria como la moción de censura no puede tener extensiones analógicas y que hay que cumplirla dentro de los canones del Estado de Derecho.
Gracias señor presidente”.