La abrupta renuncia de Miguel Ceballos, Alto Comisionado de Paz y delegado principal para negociar el paro, es un acto de deslealtad en el momento más inoportuno, que evidencia que no estuvo a la altura de las difíciles y trascendentales tareas a su cargo.

No se renuncia por “incomodidades” cuando se tiene una alta responsabilidad en medio de la crisis que atraviesa el país. Insólito además, que invoque gestiones del expresidente Álvaro Uribe Vélez, que conoce en detalle el presidente de la República Iván Duque. Hay que poner fin drásticamente al grave y continuo daño que hacen al tejido económico y social de la Nación quienes allanan los terrenos legales de la inconformidad.

En el Centro Democrático reiteramos que los bloqueos, el vandalismo, la destrucción del patrimonio común y los múltiples intentos por asfixiar la economía, son ilegales e inaceptables y se deben enfrentar con decisión y con autoridad, siempre bajo el respeto de los DDHH. Exhortamos al gobierno a perseverar en esa ruta, con funcionarios idóneos para enfrentar los muy graves retos del momento.