Alejandro Corrales, Senador cafetero

“Quién no vive para servir, no sirve para vivir” esta frase resume – a mi parecer – la trayectoria política del presidente y hoy senador, Álvaro Uribe Vélez.

Quienes vivimos en las décadas de los 80´s y 90´s conocimos de primera mano la Colombia violenta, y aún más aquellos que residíamos en la zona rural.

Extorsiones, masacres, secuestros, asesinatos, eran la constante de nuestro diario vivir, fueron tiempos difíciles, llenos de tristeza y penumbra para quienes amamos de corazón a esta patria.

Luego del un vergonzoso proceso 8000 y el fallido proceso de paz en el Caguán, Álvaro Uribe Vélez tomo las riendas del país y por primera vez un movimiento político independiente (Primero Colombia) se tomaba la Presidencia.

Como primer mandatario logró sentar a los grupos paramilitares y desmovilizar 35.000 combatientes, incluidas sus cabecillas quienes fueron extraditados a los Estados Unidos como parte de la ley de Justicia y Paz; los militares regresaron a las carreteras reactivando la circulación de carga, el turismo y acabando con las pescas milagrosas y el secuestro express.

Debilitó las filas de las Farc llegando a desmovilizar más de 20.000 guerrilleros, produciendo un gran daño a quienes en presidencias anteriores habían incrementado su cantidad de hombres alzados en armas; se extraditaron 1.144 personas por delitos de narcotráfico incluidos los hermanos Orejuela; la operación Jaque y Camaleón permitió devolverle la libertad a militares y civiles sin el uso de ningún arma.

En materia económica el país superó los 10.500 millones de dólares en inversiones directas, logrando sostener el crecimiento económico en contra de todos los pronósticos.

Durante 8 años el país evidencio un cambio extremo, un cambio en el que el país resurgió de una oscuridad de miedo y zozobra al que nos tenían sometidos, un cambio que nosotros desde los cafetales de Belén de Umbría y desde los 1.122 municipios sentimos drásticamente, cambio que nos permitió avanzar como sociedad.

Hoy que el presidente y ahora senador Álvaro Uribe atraviesa por tan difícil momento no podemos desfallecer en apoyarlo y mantener siempre en nuestra memoria el país que nos dejo a todos los colombianos. Los intentos de aquellos enemigos de la patria que han confabulado para dañar su honra y buen nombre no lograrán acabar con él ni con su legado.

Confiamos en la justicia y en su inocencia.