Por: John Harold Suárez Vargas
Senador de la República
Si bien es cierto la institución del Congreso carga con una imagen negativa, no es menos cierto que la gran mayoría de congresistas han querido desarrollar su trabajo legislativo de forma normal. Es conocido por todos, el limbo legal que enfrentamos. Ahora bien, existen periodistas y algunas figuras públicas, que sin previamente realizar una investigación objetiva, hacen una serie de afirmaciones y propuestas falaces que lo único que busca es generar ruido y satisfacer egos personales dirigiendo repudio a nuestra institución y nuestra labor.
Soy testigo de cómo la mayoría de mis compañeros de Senado y Cámara de todos los partidos, han estado activos en las reuniones virtuales de comisiones constitucionales y accidentales. Nuestra bancada ha estado muy activa, desarrollando estrategias de cara a la emergencia actual, las que han sido transmitidas al Gobierno Nacional al igual que lo han hecho otras colectividades, que tienen claro que debemos es actuar cómo Estado sin vanidades individuales o partidistas.
Adicionalmente, esta crisis le ha permitido a los senadores y representantes que no vivimos en Bogotá, estar en un diálogo permanente con la comunidad, conocer y palpar de primera mano, las necesidades insatisfechas, que se han agravado en esta pandemia.
Afirmar que “Cómo no trabajamos, donemos el sueldo”, son afirmaciones populistas que muestran la mezquindad del ser humano que las pronuncia, puesto que muchos de nosotros, sin montar una parafernalia publicitaria y mediática, hemos realizado en la medida de nuestras capacidades económicas individuales, grandes esfuerzos para entregar ayudas a aquellos grupos poblacionales de nuestra región, sumado al esfuerzo que como partido, Centro Democrático, hemos realizado con la creación de un fondo común que ha permitido la entrega de 2 unidades UCI (Lecticia y Puerto Carreño), adicional a los 50.000 mercados y equipos médicos que serán entregados en próximos días.
Es triste que las obras sociales, que se realizan anónimamente, requieran de validadores, que esos si, alardean de actos de generosidad, pero con los recursos públicos, cuando es su obligación hacerlo. Hay una famosa frase que dice: “en épocas de crisis es cuando sale lo mejor y lo peor del ser humano”, al parecer esta pandemia no es la excepción.
Finalmente, y con todo respeto hago un llamado a los alcaldes y gobernadores, que aún no lo han hecho, para que actúen ya con sus propios recursos, no se sienten a esperar que el gobierno central solucione cada una de sus necesidades en sus territorios. Tienen las herramientas legales para hacerlo, más voluntad y acción, menos pantalla.